En esta página puedes encontrar Vídeos, Textos, Frases, Imágenes sobre la Biomimética.
1997
Es importante saber de qué va todo esto. En 1997 se da el pistoletezo de salida en la edición y reconocimiento de estos aspectos tan importantes para el desarrollo de nuestro día a día.
En el siguiente video puedes ver algo tan tan maravilloso como es la vida a través de la Naturaleza y explicado en una charla TED. Si ves complicado entenderla no olvides incluir los subtítulos.
VIDEOS INTERESANTES
- https://www.youtube.com/watch?v=YoomYMYtn4E
- https://www.youtube.com/watch?v=UmWVEdTxwPs
- https://biomimicry.org/
IMÁGENES
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TEXTOS
La ciencia extrae los secretos de la naturaleza para los grandes inventos
Diseños de aviones tomados del vuelo del cisne, edificios inteligentes que
imitan la termorregulación de un cactus, un bañador basado en las escamas de
los tiburones que reducen la fricción del agua... Los expertos afirman que el
80% de las soluciones que buscamos están en el mundo natural
Los grandes genios de la humanidad ya hicieron
referencia a la necesidad de fijarse en las soluciones propuestas por la
naturaleza. De hecho, ésta ha sido la base de inspiración desde tiempos
remotos. Y la denominada biomimética, no es otra cosa que la ciencia que imita
las soluciones que la madre Tierra nos brinda como resultado de su
evolución.
Janine Benyus, presidenta del Instituto de Biomimética y experta internacional,
asegura que «el 80 por ciento de las
soluciones que buscamos están en el mundo natural». Además, «son ideas que
cumplen dos características fundamentales: son soluciones probadas y
sostenibles porque han sobrevivido millones de años».
De
cisnes a aviones
Los campos de aplicación de la Biomimética son innumerables. Baste pensar que
los diseñadores de los aviones tomaron en cuenta el vuelo del cisne, en
concreto, la posición de su cuello estirado hacia adelante o que, los
submarinos y los bañadores de los atletas de élite se han basado en las escamas
de los tiburones para reducir la fricción con el agua.
Una de las grandes áreas de estudio y aplicación de la biomimética es la
ciencia de materiales. Según Francisco del Monte, del Grupo de Materiales
Bioinspirados del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid del CSIC,
existen dos líneas de investigación.
«La primera surge de imitar las
condiciones de preparación de un material. ¿Cómo
ocurre en la Naturaleza? ¿Cómo se organiza la estructura de un coral o un
molusco? Sin embargo, también existe la posibilidad de que la preparación
del material no se haya inspirado en la madre Tierra, pero la estructura final
se asemeje a algo que está en ella», explica del Monte. «Por ejemplo –prosigue
el experto– Eiffel construyó la Torre Eiffel con materiales densos (hierro)
pero los organizó de tal manera que la estructura final fuese ligera, imitando,
por ejemplo, la estructura de los huesos o de ciertos microesqueletos marinos
como los radiolarios».
En el terreno de experimentación con materiales existen muchas apuestas. «Las
empresas buscan, cada vez más, ideas sostenibles que se basan en el principio
de la biomímesis», afirma Benyus. Entre las propuestas lanzadas al mercado,
Benyus llama la atención sobre las denominadas «alfombras azulejo». Imitan la
forma en que se construye el suelo de un bosque y están formadas por varias
piezas basadas en un diseño o en la combinación de varios. «En caso de
destrucción sólo se necesita cambiar una parte, reduciendo el impacto
medioambiental», asegura Benyus. Además, no necesita pegamento para fijarse al
suelo, sino que se mantiene sólo con la fuerza de la gravedad. «Esto reduce el
empleo de tóxicos en un 95 por ciento», enfatiza la presidenta de Instituto de
Biomimética.
En el caso de los catalizadores (sustancia que acelera una determinada
reacción) empleados en la industria, se sustituyen metales pesados por
biocatalizadores (compuestos por proteínas), que tienen menos impacto sobre el
medio ambiente.
Por otro lado, en los grandes telescopios o en la energía termosolar, en donde,
para concentrar la luz en distancias focales cortas es necesaria la utilización
de espejos gruesos y pesados difíciles de manejar, «la alternativa ha sido
construir una matriz de lentes más pequeñas imitando las que se pueden observar
en los brazos de las ofiuras, organismos marinos semejantes a las estrellas de
mar», explica del Monte.
En
el ámbito de la arquitectura, un ejemplo paradigmático fue, el pasado año, la
construcción del hotel Qatar Sprouts. Su tecnología biomimética se basa en la
manera en que el cactus hace frente al clima árido y caliente del desierto.
Para ello, cuenta con un conjunto de persianas inteligentes que se abren y
cierran para mantener el interior en niveles de temperatura confortables.
En esta línea, la gran apuesta de Benyus es la construcción de un edificio que
pueda adaptarse a las estaciones del año, al igual que lo hace un árbol. «Las
plantas toman de fuera lo que necesitan (agua, luz solar) y se adaptan a las
circunstancias externas». Asimismo, sus proyectos en India y China van
encaminados a construir ciudades capaces de funcionar como un ecosistema en
cuanto a concentración de carbono, recogida de agua y luz, o formación de
suelo. «Trabajamos con planificadores de la ciudad para crear ciudades que sean
capaces de autoabastecerse. En este caso, no sería necesario traer la energía
de otra ciudad, sino que se conseguiría en el mismo lugar».
Aunque estos proyectos están en fase de investigación, lo que es ya una
realidad son los inmuebles diseñados con capacidad para autolimpiarse. «Se
basan en el efecto lotus; es decir, en la propiedad superhidrofóbica encontrada
en las hojas de la planta de loto», puntualiza del Monte. Asimismo, podemos
usar el fotocromismo (un efecto que permite a los camaleones cambiar de color
según la luz) para aislar de las radiaciones solares el interior de un
edificio. «Cuando incide la luz del sol las ventanas que poseen esta propiedad
cambian de color. De esta manera, la radiación no entra dentro del edificio y
se reduce el gasto en refigeración», explica el investigador del Instituto de
Ciencia de Materiales.
Bioinspiradas
Otro campo de investigación es la computación bioinspirada, donde destacan la
computación evolutiva y la neurocomputación. Estas técnicas de soft-computing
permiten a los investigadores simular situaciones sin necesidad de llevarlas a
la práctica. «El ordenador se convierte en un tubo de ensayo en el que se
reproducen procesos a nivel lógico. Se simulan cromosomas, cualquier parte de
un ser vivo y su evolución», asegura Rafael Lahoz-Beltra, profesor del
departamento de Matemática Aplicada de la Facultad de Biología de la
Universidad Complutense de Madrid. «Las redes neuronales resuelven problemas en
términos computacionales. Se trata de neuronas artificiales (sistemas de
ecuaciones) que modelan funciones matemáticas a partir de ejemplos de
entrenamiento. Lo interesante es que el programador se limita a describir el
problema, no especifica cómo se resuelve. En el caso de la computación
evolutiva, se mantiene una población de soluciones que evolucionan hasta
adaptarse al problema», añade Francisco J. Vico, profesor del Departamento de
Lenguajes y Ciencias de la Computación de la Escuela de Ingeniería Informática
de Málaga. Así, para diseñar un puente con las mejores propiedades Vico explica
que el sistema «lo crea mezclando características como robusto o estable. Esto
da lugar a una primera generación, que después se vuelve a combinar (segunda
generación) y así sucesivamente. ¿Qué es un puente? ¿Y cuándo es mejor o peor?
Se dice el qué y no el cómo. El resultado es una población de muchas soluciones
posibles. A lo largo de generaciones las soluciones se benefician de unos
principios u otros para adaptarse al problema sin salirse de lo establecido».
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